11. Otras técnicas de apantallado   Anterior A índice Siguiente

   

Se presentan en este apartado otras técnicas de apantallado que difieren de los materiales presenta- dos en forma de planchas, cajas, armarios o «racks» metálicos. Un problema usual de los armarios es que al tener puertas, juntas, bisagras, etc. Pueden degradar la efectividad del blindaje. Para solventar esto se emplean juntas elásticas conductoras.

Los armarios metálicos y cajas realizadas en hierro, aluminio o zinc, habituales de forma mayoritaria en los equipos electrónicos, se han ido dejando de utilizar, siendo sustituidos en parte por el plástico debido a la mejora en los costes de producción para grandes series, resistencia estructural suficiente con mucho menor peso y mayor libertad en el diseño de formas, debido a las múltiples tecnologías de transformación del plástico con relación al metal. Pero el plástico tiene el inconveniente de su transparencia a los campos electromagnéticos, por lo que sus propiedades de apantallamiento son nulas.  

 

 

11.1. Juntas elasticas conductoras

 

 

Figura 19. Diferencia en la transmisión de las EMI con o sin junta elástica conductora (<gasket>) en la junta de una unión de dos partes de un mismo blindaje.  
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    Los elementos para juntas elásticas y uniones conductoras se utilizan cuando se rompe la continuidad del camino conductor en una caja metálica, como en los casos en que hay una tapa encajada o una puerta. En ellos, el flujo de corriente puede que- dar interrumpido, ya que la caja y la tapa o puerta pueden tener pocos puntos en común y éstos, a su vez, tener una alta resistencia de contacto. Las uniones constituyen un obstáculo para el correcto apantallamiento de la electrónica contenida en las cajas o armarios. Para conseguir un buen contacto existen dos soluciones: un mecanizado de precisión en las zonas de unión (muy costoso) o una junta metálica de apantallamiento «<gasket>» (figura 19). Estas juntas son encajadas entre tapa y caja o entre puerta y armario y permiten garantizar un buen contacto, ya que además de conductoras son elásticas, permitiendo su acomodación a las tolerancias mecánicas. Por supuesto, las superficies de contacto de la tapa y caja (puerta y armario) deben ser conductoras.

 

Otro tipo de juntas son las de malla tejida, de las que existen dos tipos principales: aquellas en que la malla metálica se compacta en una sección transversal rectangular y aquellas en que un tubo de caucho, silicona u otro elastómero se cubre con una o más capas de malla tubular. La malla suele fabricarse con aluminio o acero inoxidable, si bien puede ser de cualquier otro metal. La junta elástica es comprimida entre las dos superficies de la unión, constituyendo un camino conductor entre las dos partes del blindaje y facilitando que las corrientes circulen en éste sin cambios abruptos en la densidad de corriente y manteniendo así las buenas características del blindaje.

 

11.2. Blindaje de cajas de plástico: plásticos conductores                                    Ir al principio

 

El método de añadir aditivos conductores en la inyección para obtener plásticos conductores evita la necesidad de realizar una segunda operación. El resultado es una composición inyectable y moldeable. El material conductor se puede emplear en forma de fibra, escamas o polvos. Con esta operación se obtiene una amplia gama de valores de conductividad, sin necesidad de añadir capas posteriores. Los aditivos más utilizados son los compuestos de policarbonato en los que se tienen escamas de aluminio, fibras de carbono (grafito), fibras de níquel y fibras de acero inoxidable o de cobre. Las de fibra de acero alcanzan eficiencias de apantallamiento superiores a 40 dB con cargas del 50 %, mientras que las de níquel requieren cargas del 10 % para el mismo nivel. Estos compuestos se ofrecen con gran variedad de resinas base como ABS, PVC, polipropileno, poliestireno, policarbonato, etc.

Cuando se utilizan plásticos conductores, las consideraciones más importantes son la efectividad del blindaje y la estética del producto final. La efectividad del blindaje no sólo depende del material utilizado sino también del control de las fugas a través de las aperturas y los agujeros. Todo lo que se ha dicho previamente sobre aperturas controladas en blindajes metálicos se puede aplicar a los plásticos. A menudo, la parte más cara de la utilización de plásticos conductores es el control de las fugas a través de las aperturas. Para que sean efectivos, los plásticos conductores deben tener una resistencia eléctrica superficial baja.

No deben confundirse los plásticos conductores indicados para ser utilizados como blindajes y los que están preparados contra las descargas electrostáticas. Para tener solamente protección contra las ESD, se pueden utilizar resistencias superficiales más altas que en el caso de los blindajes. Para proteger de las ESD, el plástico debe ser suficientemente conductor para que no se induzcan tensiones de nivel suficiente en su superficie, pero no tanto como para que ocurra una descarga con chispas. Por ello, los plásticos conductores utilizados en embalajes antiestáticos no son iguales que los necesarios para apantallar. Los plásticos conductores antiestáticos tienen resistencias superficiales del orden de 103 a 1013 O/cm2 ,mientras que los de apantallamiento tienen resistencias superficiales menores de 103 O/cm2.

Los plásticos conductores presentan la ventaja sobre las pinturas y metalizados conductores de una mayor resistencia al desgaste y que no pueden ser arañados. Un arañazo sobre la pintura puede actuar como una antena efectiva.

Seguidamente se exponen otros métodos para transformar en conductora una caja de plástico: galvanizado selectivo (electrodepósito), pinturas conductoras, láminas metálicas adhesivas, metalizado en vacío, metalizado químico, aerosol de arco de zinc, la quimioplastia y el pulverizado con soplete oxiacetilénico.

 

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11.3. Galvanizado selectivo (electrodepósiTO)

 

 

Otro método para tener un plástico conductor es depositar en la superficie plástica interna un galvanizado selectivo. Este método es un proceso electrolítico usado para depositar metal en sustratos conductores.

Los electrólitos contienen todos los metales requeridos en cada caso y no se requiere sacrificar ánodos como en el galvanizado convencional. Estos electrólitos pueden depositar varios metales o aleaciones, escogiendo selectivamente las distintas partes de la superficie total a tratar. Los metales más usuales son: cobre, níquel, cobalto, cromo, plata, oro, platino, cadmio, estaño, zinc, indio y plomo. Las aleaciones son: níquel-cobalto, estaño-indio, cobalto-tungsteno, níquel- tungsteno, estaño-cadmio, estaño-plomo-níquel.

En algunos casos, sea cual sea el metal a depositar, se realiza un paso intermedio en el que se deposita cobre debido a su alta conductividad. Aunque podría interesar dejar el cobre solo, esto no es posible porque se oxida, perdiendo conductividad. Los electrodepósitos son generalmente más densos que los depósitos realizados mediante pinturas en aerosol o mediante tanques electrolíticos, ofreciendo una buena protección contra la corrosión propia del metal. También tienen una mayor conductividad y atenuación como blindajes. Por ejemplo, un espesor de 5 centésimas de milímetro de níquel puede tener una efectividad de 40 a 400 dB en un margen de frecuencias de 100 kHz a 100 MHz a una distancia de unos 15 cm de la fuente de interferencia. Con el mismo espesor y margen de frecuencias, el estaño tiene de 36 a 100 dB de atenuación para la misma distancia de la fuente. A menores frecuencias se requieren mayores espesores para obtener la misma atenuación.

Las capas se presentan en el orden siguiente: el plástico de la caja, una capa de cobre y, por último, el metal o aleación seleccionada. Esto suponiendo que el campo perturbador sea externo. Normalmente, el espesor de cobre no excede 3 · 10-12 mm para poder aplicar luego el segundo metal con mucho mayor espesor. En algún caso se desea dejar sólo el cobre con más grosor pero con el debido tratamiento antioxidante, como es añadir una delgada capa de cromo como acabado final, pero reservando al cobre la tarea del apantallado por su diferencia de espesores.             En el caso de depositar níquel, éste se deja con un espesor de unas 400 micras.

El material más usual en blindajes es el níquel y sus aleaciones, por ofrecer buena protección contra la oxidación y una resistividad de 0,04 O/cm2 con un espesor de 0,05 mm. El níquel, al tener permeabilidad relativa 1Ir > 1, absorbe el vector magnético de las ondas planas y el cobre absorbe el vector eléctrico debido a su excelente conductividad (0,0015 O/cm2), sólo superado por la plata.                                                Ir al principio

El grafito es otro material que se suele utilizar como blindaje depositado sobre plástico. Tiene una resistividad de unos 0,3 O/cm2 con un espesor de 0,05 mm y una atenuación de 30 o 40 dB entre 200 MHz y 1 GHz.

 

 

11.4. Pinturas conductoras

 

 

Actualmente existen pinturas conductoras basadas en grafito, cobre, níquel y plata que superan ampliamente con ventaja a otros tratamientos y que, aplicadas de forma convencional por aerosol con muy poca o ninguna preparación superficial del plástico, permiten conseguir niveles de apantallamiento de hasta 70 dB con espesores del orden de 50 micras.

Las ventajas de las pinturas conductoras son esencialmente las que se citan seguidamente: su utilización como pinturas ordinarias, aplicación por aerosol sin personal muy especializado y secado al aire, no requieren o es mínimo el tratamiento previo de superficie. Se adhieren a casi cualquier tipo de plástico con gran poder de cobertura. Son duras y resistentes a la abrasión y superan las condiciones climáticas extremas, sin que la adherencia y el nivel de apantallamiento sean afectados.

Las características más destacables de los distintos compuestos básicos incluidos en las pinturas utilizadas para apantallamiento son: el grafito tiene un coste muy reducido y baja conductividad, usándose contra campos magnéticos y contra las ESD; la plata tiene un coste muy elevado y máxima conductividad, consiguiéndose buenos apantallamientos con sólo 25 mm de espesor, es de fácil aplicación y se utiliza en aplicaciones militares que requieren alta protección contra EMP. Su inconveniente es que se oxida con el tiempo. El cobre es de un coste moderado y tiene casi tanta conductividad como la plata, pero es fácilmente oxidable, por lo que pierde efectividad. Actualmente, el níquel es el elemento más utilizado, ya que, sin ser tan buen conductor como el cobre o la plata, absorbe más EMI debido a su permeabilidad magnética; es muy duro, es fácil de aplicar y no se oxida con facilidad. Las resinas utilizadas para la mezcla de pintura son de dos tipos: acrílicas y poliuretanos. Las acrílicas son más baratas y los poliuretanos más resistentes.

 

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11.5. Láminas conductoras

 

 

Otra alternativa para apantallar puede ser la aplicación de láminas adhesivas metalizadas, especial- mente recortadas a medida para encajar en el interior de la caja, pero tienen el inconveniente de que los extremos son una fuente de fugas debido al efecto de bordes (figura 4), rebajando la efectividad. Normalmente son de cobre o aluminio, debidamente aisladas externamente y proporcionan una buena conductividad.

Las láminas adhesivas metalizadas se usan, habitualmente, para el apantallamiento electromagnético de equipos e incluso de grandes habitaciones. Estas láminas adhesivas tienen la ventaja de poder ser aplicadas sobre un armario o habitación, con lo que pueden ser usadas ante imprevistos. Es común utilizarlas en la fase de experimentación y no son deseables para producción, porque su adhesión es laboriosa y complicada en casos complejos.

 

 

11.6. Otras técnicas de depósito de capas conductoras

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Tradicionalmente se han empleado las siguientes técnicas para metalizar elementos no conductores como el plástico para utilizarlos como blindajes: metalizado en vacío, metalizado químico y aerosol de arco de zinc. Otras técnicas son el depósito químico sin electrodos (quimioplastia) y el pulverizado con soplete oxiacetilénico.

En el metalizado al vacío se hierve un metal puro, generalmente, aluminio, en una cámara de vacío y se deposita sobre la superficie del plástico. Esto produce una adhesión y una conductividad excelentes, por lo que se puede aplicar a diseños complejos. Sus desventajas son: se necesita un equipo muy caro, es tan caro como el arco de zinc y, además, es muy inestable con la humedad.

El metalizado químico es otra de las nuevas técnicas y consiste en la inmersión de la pieza a metalizar en una serie de baños químicos que metalizan oxidando la superficie con ácidos crómico y sulfúrico o con trióxido de sulfuro gaseoso. Después de la oxidación de aplica cobre y después una capa de níquel, el primero por su poder conductor y el segundo para evitar la oxidación y aprovechar su permeabilidad magnética. Se consiguen por este procedimiento espesores de 0.5 a 1um de níquel. Al final se aplica una capa neutralizadora de forma que se pueda pintar la superficie con pintura normal no conductora.

El aerosol de arco de zinc se ha utilizado para apantallar, ya que, si bien su aspecto no es muy atractivo y el calor que resulta del proceso de aplicación deforma las finas paredes del plástico, en cambio ofrece un buen nivel de conducción. La aplicación de una capa conductora con aerosol por arco de zinc presenta ventajas como: menor coste de inversión y maquinaria, no requiere personal especializado, no requiere tratamiento previo de la superficie (como el chorreado de arena), ni mascaras y tiene mejor adherencia, sin presentar escamas o grietas debidas a diferencias de coeficiente térmico.

En la quimioplastia se deposita un capa metálica (normalmente níquel) mediante una reacción química controlada que es catalizada por el metal depositado. Produce una película de grueso uniforme con una conductividad muy buena y puede aplicarse a partes simples o complejas sin apenas gastos, siendo competitivo con los dos anteriores.

El zinc es el material más utilizado en el pulverizado con soplete oxiacetilénico. En este sistema, se introduce un alambre de zinc en una pistola especial y se deposita zinc sobre el material plástico produciendo una capa densa y fuerte de metal con una excelente conductividad. Su desventaja es que el proceso de aplicación requiere un equipo especial y destreza, siendo mas caro que una pintura, pero es el segundo método mas utilizado.                                                                                                                     Ir al principio

Por ultimo, las tablas 5, 6, y 7 resumen las eficacias a distintas frecuencias de algunos depósitos y pinturas metálicas para varios tipos de campos. Como se observa, la pintura de níquel es la que tiene menor atenuación en todas las frecuencias. La mayor atenuación se tiene con dos capas de electrodepósito de cobre y níquel.


  Tabla 5. Atenuación de varios tipos de blindaje alternativos a la plancha metálica para campos cercanos.

 

 

                

             Tabla 6. Atenuación de varios tipos de blindaje alternativos a la plancha metálica para campos lejanos..                             Ir al principio

 


  Tabla 7. Atenuación de varios tipos de blindaje alternativos a la plancha metálica para campo estático (continua), magnético y eléctrico.

   


      Figura 20. Efectividad de apantallado de las pinturas conductoras y otros tipos de capas metálicas depositadas de distintas formas.

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El espesor necesario, relativamente reducido, es debido a que, a altas frecuencias gracias al efecto pelicular por el cual la corriente tiende a circular por la superficie y no por el espesor, con un espesor pequeño es suficiente. La figura 20  muestra gráficamente la efectividad de apantallado de las pinturas conductoras y otros tipos de capas metálicas depositadas de distintas formas sobre los plásticos.