Los efectos térmicos

En general, los efectos comprobados bajo exposición a campos electromagnéticos usados por las telecomunicaciones, están relacionados con la capacidad que poseen estas ondas de inducir corrientes eléctricas en los tejidos expuestos, lo que conduce a una elevación de la temperatura interna del cuerpo. Si el incremento de la temperatura corporal inducido por la exposición a la radiación no es severo (menor de 1 oC), la sangre circulante es capaz de disipar el exceso moderado de calor.

Para que los efectos térmicos sean apreciables la potencia de los campos electromagnéticos debe ser mucho más alta, unas 1000 veces más alta que la potencia normalmente utilizada en la telefonía móvil. Por tanto, cabe concluir que la telefonía móvil no causa ni ha causado nunca efectos térmicos perjudiciales.

Sobre este tema existe un amplio consenso entre los científicos y expertos. El cumplimiento de los criterios de control, incluidos en la normativa anteriormente citada, garantizan la inocuidad de los efectos térmicos.