RESUMEN Y CONCLUSIONES
Los sistemas de telefonía móvil utilizan la transmisión de ondas de radio para permitir la comunicación de los usuarios desde cualquier lugar e incluso en movimiento. Las ondas de radio son en realidad emisiones electromagnéticas de la misma naturaleza que los rayos, la luz o el calor. Asimismo, existen multitud de elementos domésticos que también producen este tipo de emisiones como son la televisión, los mandos a distancia, los hornos microondas, etc. La única diferencia entre ellas es la frecuencia y la intensidad utilizada.
Así, la potencia máxima que emplea una estación base de telefonía móvil es de 500 vatios y de 2 vatios en el caso de los teléfonos móviles. Estos valores son muy pequeños si se comparan con los 800 vatios que suelen tener los hornos microondas domésticos, los 100.000 500.000 vatios de una estación emisora de televisión o los 2.000.000 vatios de una emisora de radiodifusión.
En función de su frecuencia, cualquier campo electromagnético puede ubicarse en lo que se denomina espectro electromagnético. En él se especifican dos niveles de emisiones: ionizantes y no ionizantes. Debe subrayarse que las frecuencias de operación de la telefonía móvil son muy inferiores a las de las emisiones ionizantes, por lo tanto pertenecen claramente a las no ionizantes, que no tienen energía suficiente en ningún caso para modificar las moléculas de las células vivas.
No existe evidencia científica de que la exposición a campos electromágnéticos con niveles inferiores a los establecidos en las normativas tengan efectos perjudiciales para la salud. Por otra parte, informes de instituciones como la Organización Mundial de la Salud, la American Physical Society, la Danish Cancer Society, el National Cancer Institute de Estados Unidos , la American Medical Association o la Royal Society de Canadá son concluyentes al señalar que "no existen evidencias que prueben la existencia de perjuicios para la salud derivados de los sistemas de telefonía móvil".
Los sistemas de telefonía móvil, tanto estaciones base como el resto de elementos de sus redes y terminales, están autorizados e inspeccionados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.