La proliferación de teléfonos móviles de tecnología digital acarrea la instalación de numerosas antenas repetidoras. Esto se hace patente en las ciudades, donde los edificios ocasionan zonas de sombra que hay que cubrir con gran número de antenas. Estas instalaciones saturan de radiaciones a los habitantes de la ciudad y, especialmente, a los que viven en las inmediaciones de estas antenas.