PROTECCIÓN DE LÍNEAS DE COMUNICACIÓN SUBTERRÁNEAS

Los cables de telecomunicaciones enterrados no están totalmente inmunes a los efectos de la actividad de las descargas atmosféricas. El efecto de protección de tierra depende en gran parte de la conductividad del suelo.

Así la corriente de descarga penetra solamente en el interior de los cables y produce el potencial perturbador real entre los conductores y la pantalla mediante una caída de tensión a través de su resistencia serie, siendo su curva corriente/tiempo una réplica de la corriente por el canal de descarga.

Estas descargas de tensión se manifiestan según un impulso típico con una tiempo de ascenso muy reducido (1 a 100 m s) y un posterior tiempo de bajada muy elevado (1 a 1000m s). El impulso de tensión se propaga a lo largo de la línea, resultando más o menos atenuado y deformado por reflexiones debidas a la desadaptación a lo largo de la línea.

Las tensiones de ruptura de los aislamientos de plástico de los cables son del orden de 10 kV, de modo que las descargas con valores de cresta más altos pueden alcanzar los equipos electrónicos a los que está conectado el cable, si no se han tomado las mediadas adecuadas de protección.

La descarga a través del aislamiento del cable no da lugar a un fallo de la línea. A menudo, de todo esto resulta una pequeña perforación del aislante que apenas tiene efecto sobre las características de la línea.

El mejor método de protección es usar cable con doble apantallamiento, con la pantalla externa de malla conectada en los dos extremos a masa, y solo la pantalla interior de uno de los extremos.