PARÁMETROS
CARACTERÍSTICOS DE LAS DESCARGAS ATMOSFÉRICAS.
El rayo suele
seguir un camino sinuoso hasta llegar al suelo, buscando siempre la mínima
resistencia. El vapor de agua en la atmósfera viene entonces a facilitar el
transito de la descarga.
En su camino,
el rayo calienta el aire a temperaturas cercanas a los 30.000 ºC (algo más que
la temperatura de la superficie del Sol), haciendole estallar produciendo el
sonido que conocemos como ‘trueno’.
Ya hemos
comentado que cuando el potencial eléctrico entre nube y tierra alcanza un
cierto valor, de alrededor de 10.000 V, el aire deja de comportarse como
aislante y comienza a hacerlo como conductor, siendo entonces atravesado,
durante una fracción de segundo, por una enorme descarga eléctrica de unos
20.000 A y que en ocasiones puede alcanzar valores de hasta 200.000 A.
Realmente,
cada rayo está compuesto por una secuencia de entre 2 y 5 descargas
individuales con una duración de 20 a 50 mseg. La energía media por cada
descarga es de uno 3.000 J (equivalente a una explosión de un kilo de
dinamita).
La enorme
cantidad de energía que libera un rayo hace que los mayores efectos del rayo
sean los incendios y electrocuciones debidos a impactos directos. Pero, tal y
como veremos, no son menos importantes los efectos interferentes en equipos
eléctricos y electrónicos.
Existen más
de 15 parámetros relacionados con las descargas eléctricas atmosféricas. De
entre ellos, los más relevantes son:
·
Nivel ceráunico: Es el número de días del año en los que, al
menos, es oído un trueno. En algunos zonas del planeta el nivel ceráunico puede
llegar hasta 300.
·
Densidad de rayos a tierra (DRT): es el número de rayos a tierra
por kilómetro cuadrado al año. Es un parámetro complementario al nivel
ceráunico que permite cuantificar la incidencia de rayos en la zona.
·
Polaridad del rayo: signo de las cargas transferidas. Normalmente
son electrones, pero en algunos casos pueden transferirse cargas positivas.
·
Impedancia del canal: Se pueden considerar a la nube y a la tierra
como placas de un condensador que se descargan a través de un canal con una
impedancia de unos 5 kW , de carácter inductivo debido a que la formación del canal
requiere de un cierto instante de tiempo.
·
Corriente de pico: es, junto al gradiente máximo de corriente del
rayo, el parámetro más importante de una descarga. Resulta importante para el
diseño de protección contra rayos.
·
Gradiente máximo de corriente del rayo: (di/dt)max, se utiliza
para el cálculo de tensiones electromagnéticas inducidas que se presentan en
los lazos metálicos, abiertos o cerrados, en cualquier instalación y son las
causantes de daños de equipos electrónicos (televisores, teléfonos, equipos de
comunicación, etc.).
·
Cuadrado de la corriente de impulso del rayo: este parámetro se
utiliza para el cálculo del calentamiento y los esfuerzos electromecánicos al
circular la corriente del rayo por conductores metálicos de las protecciones
primarias.
Los valores
máximos que llegar a alcanzar algunos de estos parámetros quedan reflejados en
la siguiente tabla:
Intensidad
de pico = Ipico = 100 kA |
Gradiente
máximo de subida = (di/dt)max=100 KA/m s |
Energía util = ò i2(t)
dt = 5KA2s |
La
probabilidad de destrucción debida a un rayo es una combinación de la
localización geográfica, la estructura geológica del suelo y la situación
topográfica. Así, los sistemas los equipos localizados en alta montaña tienen
mayor probabilidad de sufrir daños por rayos que aquellos situados en los
valles.
Las
condiciones eléctricas del terreno resultan fundamentales. En aquellas zonas en
las que la conductividad de la tierra es mala, por ejemplo en montaña, la
corriente del rayo puede seguir los cursos del agua, los raíles del ferrocarril
y los cables eléctricos. Entre las instalaciones de mayor riesgos están los
repetidores de TV y radio, así como los ferrocarriles de montaña y teleféricos,
ya que a menudo sus cables y raíles proporcionan el mejor camino de conducción
entre el pico de una montaña (poco conductora) hasta el suelo del valle (mejor
conductor). La siguiente tabla muestra la diferencia de potencial en el suelo
(tierra) debida a un rayo típico de 100 kA para una resistividad del suelo de
1kW /m a distintas
distancias del punto de caída.
Distancia (metros) |
Diferencia de potencial (Voltios) |
10 |
796 x 103 |
50 |
53.1 x103 |
100 |
10.5 x103 |
200 |
3.8 x103 |
400 |
970 |
700 |
320 |
1000 |
158 |
2000 |
40 |
5000 |
6 |
10000 |
2 |
Dado que la
conductividad del suelo tiene valores finitos, la corriente de descarga se
distribuye por debajo del suelo en todas las direcciones, con zonas de alta
conductividad que toman la mayor parte de la corriente y las transporta a
largas distancias hasta que se establece un equilibrio de potenciales. Este
efecto reduce las sobretensiones ya que a mayor conductividad, menor
sobretensión se produce en el suelo aunque mayor es la distancia a la que son
evidentes sus efectos electromagnéticos.
Fig. Campo magnético creado por un rayo al
impactar sobre la tierra.
Así, podemos
decir que los efectos de los rayos son, principalmente:
a.
La caida directa de un rayo puede producir en nuestro sistema
incendios, y electrocuciones si no se cuenta con las oportunas protecciones.
b.
La caída de un rayo directo sobre una línea de energía o de
comunicaciones crea una onda de corriente que se propaga por el cable en ambas
direcciones.
c.
Un rayo sobre el terreno provoca una elevación enorme del
potencial de tierra en una zona de algunos kilómetros, induciendo
sobretensiones importantes en los cables subterráneos y provocando la elevación
de la tensión de las conexiones a tierra.
d.
Un rayo que cae en un pararrayos aumenta el potencial de tierra
cuando dirige su corriente a tierra. Como se verá mas adelate, la disposición
de una superficie equipotencial con conductores enterrados alrededor y por
debajo del edificio conectando entre sí toda la estructura, cañerías y
elementos metálicos del edificio reduce esa elevación de potencial.
Se ha
comentado que los rayos pueden tener efectos muy perjudiciales si no se toman
las adecuadas medidas de protección. Pero, aunque sería deseable el proteger
nuestro sistema contra esos efectos, resulta económicamente inviable en la
practica el proteger nuestro equipo contra las elevadas intensidades de
corriente que se producirían en el caso de producirse un imacto directo. Si tenemos
que solo el 5% de las descargas atmosféricas producen un impacto directo, ante
las cuales hacen falta elevadas inversiones en sistemas de protección, una
solución de compromiso consiste en diseñar nuestro sistema para que soporte los
valores de corriente producidos en el 95% de las descargas restantes, y que
tienen unos valores mucho más reducidos, con lo que se disminuyen notablemente
los costes de inversion en la protección.
De esta
forma, si se desea una protección completa, esta debería actuar ante una
descarga de 100 KA, mientras que en un equipo que sea permisible el fallo
deberá soportar corriente de pico de 6 A. La elección de un tipo de protección
u otra dependerá del coste del sistema de protección y de las pérdidas que se
tendrían si no se usan. En la siguiente tabla se muestra los valores que deberá
soporta nuestro sistema de protección para unos niveles de seguridad medio y
extremos:
Parámetro |
Medio |
Extremo |
Corriente
de pico (KA) |
0 a 25 |
230 |
Gradiente
de corriente (KA/m s) |
8 |
50 |
Duración
del rayo (seg.) |
0.1 a 0.3 |
1.5 |
Duración de
cada descarga (ms) |
0.5 a 3 |
400 |
Intervalo
de tiempo entre impulsos (ms) |
30 a 40 |
500 |
Tiempo
hasta el valor de pico (m s) |
1 a 4 |
10 |
Número de
descargas en un rayo |
2 a 4 |
34 |