Mediante el sistema auditivo, los humanos somos capaces de detectar sonidos tales como la música, la voz o el ruido. Por lo tanto, es muy interesante conocer este sistema, tanto física como fisiológicamente. Además, tenemos que tener en cuenta que las características auditivas varían de unos individuos a otros.
Los sonidos audibles pueden ser periódicos o pseudoperiódicos (con o sin carácter musical) o no periódicos (tanto breves como prolongados). Dentro de los sonidos periódicos, los podemos distinguir por:
- Tono: desde los sonidos graves (bajas frecuencias) a los agudos (altas frecuencias).
- Timbre: depende de la fuente sonora.
- Intensidad: depende de la intensidad recibida por el sistema auditivo.
Podemos distinguir entre dos conceptos parecidos que pueden llevar a equivocación:
- Sonido: es el movimiento vibratorio.
- Sensación sonora: efecto que produce el sonido en el órgano
auditivo.
Por último reseñar la gran sensibilidad de nuestro sistema auditivo.
Es capaz de soportar presiones de más de 1000 microbares y a su vez distinguir
sonidos de amplitud de presión de apenas 0,0001 microbares. Es capaz
de detectar sonidos de frecuencias comprendidas entre los 20 y los 20000 Hz.
También actúa como un analizador de frecuencia de gran selectividad
y, en unión con el sistema nervioso; detectar una frecuencia en particular
sobre un intenso nivel de ruido. Por lo tanto, el mecanismo del oído
es la más intrincada y delicada estructura mecánica del cuerpo
humano.
El oído se divide en tres partes bien diferenciadas:
- Oído Externo: que incluye el pabellón auditivo, el canal y
la membrana timpánica.
- Oído Medio: que contiene una cadena de huesecillos ( yunque, martillo
y estribo) que son los encargados de transmitir las vibraciones.
- Oído Interno: es una cavidad de forma compleja que está llena
de líquido, y contiene una serie de terminales nerviosos que detectan
los cambios de presión y transmiten la información al cerebro.
El mecanismo de la audición se produce en tres fases diferenciadas:
1) Recepción: la onda sonora es captada por el pabellón auditivo y es transmitida por el canal, donde se refuerza, hasta que llega al tímpano.
2) Transmisión: la transmisión empieza en el yunque y el martillo que cumplen una doble misión: adaptadora ( pasar de un medio aéreo a uno líquido) y protectora (los huesecillos reducen la amplitud de las oscilaciones para proteger al oído interno contra sonidos intensos). Los movimientos del estribo sobre la ventana oval originan las vibraciones en el líquido que son captadas por las células sensoriales.
3) Percepción: la membrana basilar es la encargada de analizar la onda compleja y separarla en sus componentes de frecuencia.