En un
rastreo bibliográfico por los casos documentados de conglomerados de
cáncer en todo el mundo sólo se detectan ocho ‘cluster’, incluido el
del colegio García Quintana de Valladolid, según un estudio
realizado por el comité médico de padres del centro escolar.
En siete de los ocho casos se trata de menores de 25 años y de
leucemias y sólo un conglomerado registrado en Australia es de
personas menores de 50 años. En todos ellos, aparece una clara
asociación, en el espacio y en el tiempo, entre la zona donde se
originaron y una instalación próxima industrial con factores de
riesgo relacionados como posibles responsables del cáncer, aunque en
ninguno de los casos se ha podido demostrar una relación
causa-efecto.
Los ocho casos se detectaron de una forma ‘natural’, es decir,
salieron a la luz al provocar tal concentración una fuerte alarma
social y estar ubicados muy cerca de una central nuclear, una base
militar con instalaciones de radar, una petroquímica, una fábrica de
plásticos o de transformadores eléctricos. En ningún caso son
‘cluster’ artificiales, es decir, encontrados al hacer una
investigación sobre la distribución de los problemas oncológicos en
una determinada zona. No obstante, se ha detectado que en países
como Nueva Zelanda, muy estrictos en su normativa sobre este tipo de
instalaciones y donde no existen centrales nucleares la incidencia
es muy baja.
Un nuevo caso
Además de los cuatro casos de cáncer en alumnos del colegio
García Quintana en Valladolid, hace unos veinte días que ingresó en
el Hospital Clínico Universitario un menor de 14 años de edad con
leucemia y que estudia en el Instituto de La Merced, cercano también
a las polémicas instalaciones de la azotea del número 5 de López
Gómez.