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Efectos de los ultrasonidos
Los ultrasonidos tienen multitud de aplicaciones prácticas 
pero antes es necesario estudiar los diferentes efectos que tienen. 
Efectos físicos
 Quizá el efecto físico más importante es el denominado 
cavitación. Este fenómeno se produce en los líquidos y su causa no es únicamente 
el ultrasonido. La idea es que la onda, si tiene amplitudes grandes, provoca 
variaciones de presión. Todo líquido tiene un punto llamado tensión de vapor; 
cuando nos situamos por debajo de dicho valor de presión, el líquido pasa a 
estado gaseoso, lo que genera bolsas de vapor (cavidades). Las burbujas viajan 
hacia una región de mayor presión y chocan entre sí. Cuando esto ocurre, la 
presión aumenta muchísimo, llegando incluso a los 800 MPa y también la 
temperatura (5000ºC). Como podemos imaginar, esto es algo tremendamente 
peligroso puesto que puede destruir superficies de contención, tuberías y demás. 
La cavitación depende de muchos aspectos: 
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 Frecuencia. A mayores frecuencias, el tiempo dado a la 
burbuja para que crezca y afecte al sistema es pequeño, por lo que el efecto de 
la cavitación es menor. 
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 Viscosidad. Cuanto más viscoso es un líquido, menor es 
el efecto de la cavitación. 
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 Temperatura. Cuanto mayor es la temperatura, la 
cavitación tiene lugar para intensidades acústicas menores. 
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 Presión externa. El aumento de este factor provoca una 
mayor violencia en la colisión de las burbujas. 
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 Intensidad. En general, a mayor intensidad 
ultrasónica, mayor es el efecto de este fenómeno. 
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Este efecto es de vital importancia en submarinos y en máquinas hidráulicas, 
donde puede ocasionar serios destrozos. Sin embargo, la cavitación también tiene 
ciertas aplicaciones de interés, actualmente en desarrollo, como es la llamada "Super-Cavitación", 
consistente en que los proyectiles lanzados por un submarino viajen dentro de 
una burbuja de aire, consiguiendo mayor velocidad. 
Otro efecto interesante es el llamado efecto calorimétrico. 
La clave está en utilizar un ultrasonido a 4 MHz. A esta frecuencia, la energía 
sonora se convierte en calor mediante una relación definida. 
También puede ocurrir que cuando una onda ultrasónica intensa 
incida sobre una superficie de separación entre un líquido y el aire se lance 
hacia arriba un chorro de líquido y se produce una fina niebla. 
Efectos químicos
Los efectos químicos que producen los ultrasonidos son, 
generalmente, derivados del fenómeno de cavitación del que ya hemos hablado. Ya 
hemos hablado de los aumentos de presión y temperatura. Desde el punto de vista 
químico, podemos hablar de un fenómeno electrolítico, puesto que en las 
cavidades aparecen cargas eléctricas iguales y opuestas en extremos contrarios. 
Además, la energía desprendida de las burbujas cuando chocan produce 
determinadas reacciones químicas. 
Efectos biológicos 
Se ha comprobado que los ultrasonidos altamente energéticos 
afectan a la vida de pequeños animales, como los peces. Los efectos son 
variaciones del ritmo cardíaco, fiebre, destrucción de la capacidad 
reproductora, etc. Parece que la causa fundamental de esto radica, nuevamente, 
en el fenómeno de la cavitación y la formación de burbujas en el interior de los 
cuerpos. 
Efectos médicos 
Este tipo de efectos han sido ampliamente estudiados puesto 
que, como veremos en el apartado de aplicaciones, varios métodos de análisis y 
tratamiento dentro del campo de la Medicina se realizan con ultrasonidos. Veamos 
los efectos médicos fundamentales: 
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 Diagnosis. Este efecto se basa en los fenómenos de 
reflexión que permiten localizar variaciones en los tejidos, así como medir el 
flujo sanguíneo. Se utilizan frecuencias entre 1 MHz y 15 MHz. A mayor 
frecuencia, se ha comprobado que la resolución es mejor pero la absorción es 
mayor, por lo que la profundidad de penetración en el tejido es menor. Es 
necesario llegar a un compromiso, situado actualmente en torno a los 2,5 MHz. La 
idea de funcionamiento es la siguiente: Cuando una onda ultrasónica incide sobre 
una superficie de separación entre dos medios, se produce una reflexión y una 
refracción. La forma en la que esto se produce y la cantidad de energía que se 
refleja y transmite depende de las impedancias acústicas de los medios. La clave 
está en hacer incidir una onda ultrasónica estrecha sobre un tejido 
perpendicularmente. De esta forma, el eco también viajará en la misma dirección 
que la onda incidente. Si se generó el ultrasonido mediante un cristal 
piezoeléctrico, la onda reflejada actuará sobre el cristal, produciendo en el 
mismo nuevos potenciales. Estos potenciales pueden ser amplificados y 
representados en la pantalla de un osciloscopio, ya sea de forma monodimensional 
(sistemas tiempo-amplitud) o bidimensional (exploración de una porción del 
cuerpo, de derecha a izquierda o de arriba a abajo). 
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 Terapia. Quizá la principal técnica de terapia con 
ultrasonidos es la llamada litotricia. Consiste en la aplicación de ondas 
ultrasónicas para la destrucción de cálculos que se forman en el riñón, la 
vejiga o la vesícula biliar. Otras técnicas son usadas para tratar la tendinitis 
muscular cuando existen calcificaciones (para disolverlas). 
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