INTRODUCCIóN
Los murciélagos son animales nocturnos que utilizan como principal sistema de orientación un sofisticado sonar biológico, la ecolocalización. Al emitir señales de alta frecuencia y captar el eco que generan en los diferentes obstáculos, los murciélagos son capaces de ubicarse espacialmente en la oscuridad y de interactuar con el ambiente, sea tanto para obtener alimento como para procurarse abrigo. Aquí se explica el funcionamiento básico de la ecolocalización, presentándose las peculiaridades de este sistema, y se discuten las ventajas para estos mamíferos voladores.
Las características del sonido, tales como
frecuencia, intensidad y audibilidad, son muy importantes para la ecolocalización. La
frecuencia, cantidad de ondas sonoras que pasa por un punto durante un lapso determinado,
por lo general se mide en hertz (1Hz corresponde a una onda por segundo). Los sonidos de
alta frecuencia serían parecidos a los de un violín, mientras que los de baja frecuencia
serían próximos a los de un contrabajo. Por definición, los sonidos por encima de los
20 mil Hz (o 20kHz) se denominan ultrasónicos, dado que están por encima de la capacidad
'normal' de la audición humana, que varía entre 40Hz y 20kHz.
Los sonidos de alta frecuencia tienen longitudes de onda más cortas que los de baja. Esto
tiene una implicancia importante para la ecolocalización, ya que los ecos de los sonidos
de alta frecuencia permiten obtener una información más detallada de un objeto. Sin
embargo, el hecho de que la atmósfera absorba más rápidamente este tipo de sonido
reduce la distancia en la que su uso es eficaz para detectar objetos. Por este motivo, la
ecolocalización 'funciona' solo en distancias cortas. Entre los murciélagos que la
utilizan, la mayoría emite señales de entre 20kHz y 100kHz, pero hay especies que
producen emisiones próximas a los 10kHz y otras que alcanzan cerca de los 200kHz.
Los mamíferos marinos utilizan el sonido para obtener información sobre sus alrededores y encontrar comida. Lo que hacen es producir sonidos o clicks de sonar que se reflejan cuando golpean contra un objeto. A esto se llama ecolocalización. La ecolocalización es importante para los mamíferos marinos porque les permite navegar y alimentarse en las oscuridad de la noche y en aguas turbias donde no pueden ver fácilmente.
Las señales producidas por los animales durante la ecolocalización dan información al animal sobre su entorno. Las ballenas dentadas que usan ecolocalización envían clicks de sonidos de frecuencias altas en su medio. Los sonidos entonces golpean objetos distantes, y los ecos los recibe el animal. El animal que producen los ecos puede determinar a que distancia se encuentra el objeto basándose en el tiempo que tarda el eco en volver.
Cuando un animal ecolocaliza, va encerrando a su diana, la tasa en al que se van produciendo sonidos es cada vez más rápida. Las series de clicks de ecolocalización que conducen a capturar la presa se llaman tren de clicks(clic train). Cuando el intervalo entre los clicks es muy corto, el tren de clicks comienza a sonar como un zumbido.
Los sonidos de ecos diferentes recibidos por el animal después de enviar el clic original.
Las diferencias entre el sonido del clic original y el eco que retorna da idea al animal ecolocalizador de información sobre el tamaño, la forma, la orientación, dirección, velocidad e incluso composición del objeto. Los delfines tiene la sorprendente habilidad de detectar dianas del tamaño de una pelota de golf en el tamaño de un campo de fútbol.
Esta distancia es posiblemente mucho mayor que la que puede ver un delfín bajo el agua.