En otros apartados se ha descrito la propagación de una onda sonora en un recinto cerrado partiendo de la hipótesis de que la fuente sonora emite un sonido intenso y breve.
Ahora, procedemos a analizar dicho comportamiento suponiendo que la fuente radia energía de forma continua.
Para este caso resulta evidente que, una vez transcurrido un periodo de tiempo transitorio, se alcanza un estado de equilibrio caracterizado por el hecho de que la absorción acústica producida por las superficies del recinto se iguala con el aporte energético de la fuente. Existe, en consecuencia, un balance energético sonoro.
El punto de partida consiste en poner en marcha una fuente sonora omnidireccional y en dejarla emitir de forma continua. A partir del instante inicial, la onda sonora generada se propaga en todas las direcciones y cada rayo sonoro recorre un camino distinto, reflejándose una y otra vez sobre las diferentes superficies de la sala. En cada reflexión, parte de la energía es absorbida y parte es devuelta al recinto en mayor o menor cuantía, en función del grado de absorción acústica del revestimiento correspondiente a la superficie implicada.
El aporte constante de energía por parte de la fuente sonora hace que la energía total recibida en cualquier punto de la sala, obtenida como suma de la directa y la indirecta o reflejada, vaya aumentando progresivamente hasta alcanzar el mencionado punto de equilibrio.
En la figura se observa el incremento del nivel de presión sonora en un punto receptor genérico hasta llegar a un valor máximo correspondiente al régimen permanente. Cabe señalar que los incrementos discretos de nivel producidos en una serie de instantes concretos pretenden únicamente destacar la contribución tanto del sonido directo como de cada una de las reflexiones sucesivas que llegan al receptor.
En la práctica, dichas discontinuidades no suelen observarse de manera tan evidente, ya que el número de reflexiones y la proximidad entre las mismas es mucho mayor.
El proceso anteriormente descrito es totalmente reversible, de forma que cuando la fuente sonora se detiene bruscamente, el nivel de presión sonora empieza a disminuir progresivamente hasta desaparecer (estrictamente hablando, dicho nivel disminuye hasta confundirse con el nivel de ruido de fondo de la sala).
Siguiendo con el ejemplo simplificado anterior, en la figura que se puede observar a continuación los decrementos discretos de nivel, asociados en primer lugar a la desaparición del sonido directo y, posteriormente, a la desaparición de las sucesivas reflexiones.
La rapidez en la atenuación del sonido depende del grado de absorción de las superficies del recinto: a mayor absorción, atenuación más rápida. El grado de permanencia del sonido una vez que la fuente sonora se ha desconectado se denomina reverberación. Por lo tanto, la reverberación de una sala es mayor cuanto más tarda el sonido en atenuarse, es decir, cuanto menos absorbente es el recinto.
La evolución teórica de la presión sonora asociada a las fases descritas anterior- mente (conexión de la fuente sonora, alcance del régimen permanente y desconexión de la fuente) se representa en la figura que se muestra más abajo tanto en escala lineal como en escala semilogarítmica. Dichas gráficas surgen de la aplicación exclusiva de la acústica estadística y, por consiguiente, son válidas para cualquier punto de la sala objeto de estudio, con independencia de su ubicación dentro de la misma.
Según se observa, el decaimiento en escala lineal sigue una evolución exponencial, lo cual se traduce en una línea recta en escala semilogarítmica. Ello resulta de gran utilidad para la determinación teórica del tiempo de reverberación.
En la práctica nunca se obtiene una curva tan regular y, además, a cada punto de medida le corresponde una curva diferente del resto. Ello es especialmente evidente durante, aproximadamente, los primeros 100 ms desde la llegada del sonido directo debido a la existencia de primeras reflexiones específicas asociadas al punto considerado (como ya se dicho con anterioridad, el estudio de las primeras reflexiones se realiza por medio de la acústica geométrica).