Por holofonía se entienden las diferentes técnicas empleadas para la recreación tridimensional de una fuente sonora. Esto es, al igual que en un holograma, conseguir recrear la sensación en el oyente de un sonido proveniente de una determinada dirección, y con la fuente situada fuera de la cabeza.
Para determinar el origen de una fuente sonora, el cerebro humano procesa el sonido percibido y a través del análisis de varios fenómenos, como el desfase temporal entre el estímulo recibido entre uno y otro oído, es capaz de determinar el origen del sonido. Para más detalles, visita esta sección.
Las primeras grabaciones que consiguen este efecto fueron realizadas por el investigador ítalo-argentino Hugo Zucarelli, quien para ello utilizó un maniquí o dummy que reproducía fielmente una cabeza y torso humano con las mismas o similares características acústicas que el cuerpo humano. Así, con dos micrófonos situados en los oídos del maniquí, se obtenía una grabación que, al escucharla con unos auriculares, conseguía el efecto deseado. Hay más información en este apartado.
El principal inconveniente de estas grabaciones es la falta de interactividad, ya que la posición del dummy en el momento de la grabación respecto a la fuente sonora era la determinante de la sensación que percibiría el oyente. Si éste moviera la cabeza mientras escucha la grabación, la fuente parecería provenir siempre de la misma dirección, llegando incluso a anularse el efecto holofónico.
Sin embargo, con el desarrollo de la computación han aparecido sistemas informáticos capaces de reproducir el efecto de la cabeza y torso humanos sobre el sonido que percibimos, recreando el efecto artificialmente. Son los llamados sistemas basados en HRTF (Head Related Transfer Function). Gran parte de la investigación actual se centra en el análisis y determinación de estas funciones, y de su caracterización mediante un conjunto limitado parámetros. Se pueden encontrar algunos ejemplos de software y de grabaciones obtenidas con ellos aquí.