La exploración de los mares, en campos como la cartografía por ejemplo, ha inquietado desde siempre al ser humano. Las técnicas de orientación y la posibilidad de determinar con relativa exactitud la longitud y la latitud nos proporcionaron la posición y tamaño de las grandes masas de agua del planeta, posibilitando la navegación segura. Sin embargo, sólo desde hace unas cuantas decadas, con el perfeccionamiento de las técnicas de exploración submarina podemos establecer de una manera fiable y concisa la orografia y naturaleza de los fondos marinos, conocida hasta entonces de una manera aproximada, limitándose a la profundidad y aventurando muy a la ligera el tipo de suelo del fondo.
Durante siglos ha sido necesario conocer la naturaleza del fondo marino para una reducción los riesgos de la navegación. A la poca precisión para determinar la latitud y la longitud se sumaba entonces la posibilidad de encallar. Mediante rudimentarios elementos como el escandallo se podia medir la profundidad marina in situ. El escandallo es sencillamente una sonda que lastra un cabo numerado (mediante nudos, de ahi que además la velocidad naval se midiera antiguamente en nudos). Al llegar al fondo esta, solo hay que ver cuanto cabo hay entre el fondo y la cubierta del buque. No obstante su empleo planteaba dos grandes problemas:
•Error producido. Es sensible a corrientes marinas y falsea con el propio movimiento del barco.
•No es práctica para la determinación de grandes levantamientos topográficos del fondo submarino, ya que hay que suponer una continuidad entre la zona medida y el resto colindante.
La moderna batimetría recoge el testigo de estas técnicas tradicionales, mediante empleo de sondas de sonar y dispositivos de naturaleza similar permiten no solo la realización de mapas topográficos del fondo marino de una enorme exactitud, sino que permiten un abanico multiple de posibilidades tales como la localización de pecios hundidos, restos arqueológicos o la determinación exacta de la composicion del fondo marino mediante el empleo de sondas sónicas o subsónicas. En este campo es primordial hablar por tanto, del sónar.