Sistemas basados en los efectos térmicos

Estos sistemas se basan en la propiedad de los ultrasonidos de intercambiar energía con el medio, produciendo un calentamiento local de las estructuras irradiadas. Sus aplicaciones más habituales estan en la rehabilitación, en sistemas denominados de onda corta (diatérmia). Frente a otros sistemas, como por ejemplo los de microondas, tiene la ventaja de atravesar con mayor facilidad los tejidos y con una mayor penetración, lo que permite un calentamiento más homogéneo de las estructuras a calentar (volúmenes musculares). Por todo ello, los efectos diatérmicos son más homogéneos y más rápidos.
→ Se utilizan frecuencias en el margen de los 0,3 y 3 MHz. (λ en mm), con ondas longitudinales.
→ Las potencias acústicas emitidas están por debajo de los 15 W , irradiándose áreas inferiores a los 5 cm2, por lo que se manejan intensidades que van desde los 0,5 hasta los 5 W/cm2. Sin embargo hay que tener en cuenta que estas potencias pueden diferir de la dosis real suministrada.
→ La radiación puede ser continua o pulsada ( por ejemplo mediante trenes de impulsos de 20 mseg. de duración que se repiten cada 100 mseg, una frecuencia de repetición de 10 Hz ).
A continuación presento la variación de la temperatura frente al tipo de tejido y seguidamente un esquema de un sistema clásico de diatérmia:



→ El haz del ultrasonido suele ser ancho, ya que es necesario calentar grandes áreas. Se usan transductores en array con longitudes de onda corta.
→ Los tiempos de irradiación varían entre 5 y 10 minutos. Al minuto de su aplicación se pueden conseguir temperaturas dentro del margen de los 40ºC y 50ºC, las cuales se mantienen durante todo el tiempo de la sesión terapéutica.