Sistemas de alta energía

Estos sistemas producen un haz ultrasónico de alta energía muy concentrada, de tal forma que son capaces de destruir células. Se suelen utilizar en la eliminación (extirpación), más bien muerte de las células, de zonas tumorales en los tejidos. Al ser un haz de alta energía, y para evitar dañar otras zonas del tejido, el haz debe estar perfectamente focalizado. Por ello se emplean transductores con sistemas reflectores de enfoque. El margen de frecuencias de funcionamiento esta entre los 3 y 5 MHz, y son capaces de manejar intensidades entre los 50 y 100 W/cm2.
Sistema de focalización del haz en un emisor de potencia:
Entre las aplicaciones más habituales se encuentra la del síndrome de Menieré, donde es nesaria la extirpación del laberinto del oído interno. Otra area de aplicacion de los ultrasonidos, de alta energia, es en Oftalmología en la eliminación de las cataratas. Para ello se introduce una sonda muy estrecha en la cámara anterior del ojo (donde se desarrolla la catarata), se la coloca en contacto con el cristalino y se irradia, mediante ondas longitudinales. Los ultrasonidos irradiados provocan una emulsión de la catarata (la telilla) la cual es más fácil de absorber, hacia el exterior del ojo, mediante la propia sonda. Son clásicas las aplicaciones de los ultrasonidos, de alta energía, para la destrución de estructuras cerebrales: en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, elimination de neuralgias, destrución de focos epilépticos, .... En estas aplicaciones los equipos ultrasónicos, frente a otros sistemas, presentan las siguientes ventajas:

Los vasos sanguíneos, al ser más elásticos, son muy resistentes a la acción de las ondas ultrasónicas, por lo que se disminuye el riesgo de rotura y por tanto el de hemorragias internas.
Las ondas ultrasónicas son más selectivas con la sustancia blanca (los axones) que con la sustancia gris (el cuerpo celular), por lo que se destruyen antes, y más fácil, los caminos de comunicación entre neuronas (los denominados de acción nerviosa) que las propias neuronas. Destruyen antes axones y dendritas que el cuerpo celular.