La ilusión acústica más famosa es la conocida como la escala de Shepard. Escuchamos un sonido que parece descender perpetuamente, como en una espiral o una escalera de Escher.
Para hacer la ilusión hemos de tener tres octavas diferentes sonando al mismo tiempo: una octava baja, una media y una alta. Las tres se escuchan al mismo tiempo pero con diferentes volúmenes. Primero escuchamos la octava alta con un volumen más alto que las dos restantes y vamos pasando por todas las notas de la octava como si hiciéramos un glissando. A continuación descendemos a la octava media y aumentamos su volumen respecto a las otras. Vamos pasando por todas sus notas y seguidamente bajamos la octava baja y aumentamos su volumen. En este momento hemos descendido las tres octavas, pero si incrementamos el volumen de la octava alta, a nuestro oído le engañamos y le parece seguir en la octava más baja, cree que comienza la escala desde la altura tonal donde terminó la anterior.
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Aquí tenéis la ilusión acústica, en un video en negro. Cuando acabe el vídeo, pulse otra vez el botón Play y parecerá que el sonido continua descendiendo.
Tubo de Rubens
El sonido cuando viaja a través del aire genera diferencias de presión. El tubo de Rubens es un aparato que nos muestra estas variaciones de presión en forma de onda transversal, visualizándolas a través del gas propano. El gas tiene zonas en que la onda es más larga ya que recibe presión de la onda y otras, zonas donde la onda no presiona y apenas se ve la llama. Estas llamas nos dibujan la longitud y la frecuencia de la onda.